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Entrevista a...

David Guirao

El Templo #94 (junio-julio 2023)
Por Nerea Marco
845 lecturas
David Guirao es un ilustrador de libros infantiles y juveniles. Nacido en Zaragoza, ha ilustrado grandes clásicos de la literatura, como La Celestina o Las aventuras de Arsène Lupin. También ha trabajado con autores como Ana Alcolea, con novelas como El secreto del galeón El maravilloso mundo de los libros, o David Lozano en El ladrón de minutos.


Llevas 25 años dedicándote a la ilustración, y en abril pudimos visitar una exposición en la Biblioteca de Aragón en Zaragoza con un recorrido sobre tu obra. ¿Cómo decidiste dedicarte a la ilustración? ¿Cómo ha sido el camino para encontrar tu estilo propio?

Empecé en el mundo de la publicidad y el diseño gráfico, aunque aspiraba a ser ilustrador de libros infantiles y juveniles y poco a poco me fui especializando en esa faceta. Lo digo siempre, es el mejor oficio del mundo.

El camino a ese estilo característico comprende esos 25 años de labor profesional, es una consecuencia de trabajar y trabajar. Al principio quieres acercarte a lo que te gusta o admiras porque lo conoces y es una manera de sentirse seguro por la propia falta de experiencia; cuando la adquieres, confías en ti mismo y entonces te sientes mas seguro para proponer cosas.

Hemos visto ilustraciones tuyas a acuarela, a lápiz, borradores en papel y con lápiz... ¿Cómo decides qué técnica utilizar para cada trabajo?

No lo decido hasta que he leído el libro dos o tres veces, reposo lo leído y pruebo cuál es la técnica adecuada, pero últimamente estoy dibujando mucho en digital, ya que acelera un poco el proceso y me aseguro de llegar en fechas. Hacer, por ejemplo, una ilustración en acuarela lleva un tiempo mucho más largo: hay una fase previa de preparar el papel, dejarlo secar, pintar, probar y estar muy concentrado en no equivocarte, porque la corrección es más dificultosa. Por tanto, el deadline sí que me condiciona a veces la técnica.

¿Tienes un estudio o espacio de trabajo? ¿Qué rutina de trabajo tienes?

Una habitación en mi casa, llena de libros, material de dibujo y con un par de mesas, una para el ordenador y otra de dibujo. La verdad es que la mesa de dibujo cada vez la uso menos. Acaba dominando todo el proceso digital y cuando dibujo a mano es en cuadernos y suelen ser bocetos y dibujos espontáneos.

Has ilustrado tanto clásicos como textos nuevos, ¿hay alguna diferencia entre ambos?

Yo creo que hay una diferencia importante, y es que cuando ilustras una novela clásica sabes que el lector va a reconocer con facilidad a los personajes o la historia. Eso juega a nuestro favor, cosa que con un texto nuevo no ocurre, pero también nos obliga a intentar contar algo diferente, buscar y proponer una nueva lectura.

Cuando ilustras una portada ¿tienes alguna indicación de la editorial o del escritor? ¿Lees de manera diferente un texto como ilustrador que como lector?

No me suelen dar indicaciones, aunque a veces ocurre, y cuando pasa eso ya te digo que es MUY difícil satisfacer a quien ha escrito el texto, porque es imposible meterse dentro de su cabeza y plasmar con exactitud su idea; prefiero que confíen en mi lectura y mi análisis. Cuando ilustramos sí que leemos de manera muy diferente; en ese caso no solo somos lectores, también hay una buena parte de investigación y documentación. Y, lo más importante, tener siempre presente proponer una lectura estimulante y sugerente.

En tus redes sociales subes fotos del proceso de algunas ilustraciones. Nos encantaría que nos explicaras el paso a paso de alguna de ellas.

Bueno, siempre empiezo por esquemas muy sencillos y que sean de un tamaño muy pequeño, alrededor de 5-7 cm; esto me ayuda a componer fácilmente y ver si funcionará en escala. Después ilustro a un tamaño mayor para añadir detalles y definición de las figuras; este punto del proceso también es el momento de probar la paleta de color que llevará. Una vez que lo tengo todo claro, ya dibujo con detalle y con un perfilado más acabado. Por último, le doy color, y si lleva texto, dejo indicado donde creo que quedaría mejor.

Una de las escritoras a la que más has ilustrado en literatura juvenil es Ana Alcolea. Has diseñado algunas de las portadas de sus novelas, pero también habéis publicado juntos El maravilloso mundo de los libros. ¿Cómo fue el proceso de creación de ese libro?

Fue un trabajo de muchísima documentación y planificación; son 80 páginas ilustradas, pero hay más de un centenar de personajes literarios. También hay como 50 escenarios y muchísimos autores y autoras. Había que darle a todo una unidad visual, y propuse que en cada doble página los personajes y los escenarios estuvieran encadenados, lo que nos obligó a cuidar muchísimo la planificación, maquetación y diseño. Fue un trabajo en equipo estupendo, y es de esos libros que te dejan vacío durante el proceso pero muy feliz con el resultado final.

Si te dejaran elegir el siguiente proyecto al que dedicarte, ¿cuál sería?

He disfrutado muchísimo ilustrando La vuelta al mundo en 80 días, me encantaría volver a ilustrar otro clasicazo como es el de Verne. Pienso en Stevenson, Shelley, Wilde…