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Entrevista a...

Veronica Roth

El Templo #51 (abril 2016)
Por Carlota Echevarría
5.505 lecturas
Veronica Roth nació en Chicago en 1988 y con veintitrés años publicó Divergente, el bestseller que le ha dado fama mundial. Como toda trilogía distópica de éxito, ha dado el salto a la gran pantalla, y la tercera película, Leal, se estrenó el mes pasado. Aprovechando su visita a la Feria del Libro de Bolonia, Veronica ha pasado unos días en Madrid, donde hemos podido entrevistarla.

¿Eras una gran lectora de ciencia ficción antes de escribir Divergente? ¿Qué libros dirías que te influyeron más?

Sí que lo era, desde pequeña. Mi madre solía leernos a mis hermanos y a mí durante una hora a cada uno (éramos tres y dedicaba a cada uno su tiempo). A mi hermano le gustaban los libros de Animorphs y a mí también, así que solía sentarme a escuchar cuando se los leía, algo que molestaba un montón a mi hermano porque le estaba «robando» el tiempo.

¿A ti no te leía Animorphs?

Sí, a veces, pero eran títulos diferentes porque había como cien. También me leyó parte de Harry Potter, hasta que crecí y empecé a leerlos yo misma para poder ir más deprisa. Así que los libros de Animorphs son los primeros libros de ciencia ficción que recuerdo haber leído. Después fue Una arruga en el tiempo (Madeleine L'Engle), El dador (Lois Lowry), El juego de Ender (Orson Scott Card)...

SPOILERS DE DIVERGENTE Y LEAL: El final de la saga ha sido bastante polémico. ¿Tenías claro que debía terminar así? ¿Por qué crees que es tan importante que el final sea el sacrificio de Tris?

Lo tuve bastante claro. No lo sabía antes de escribir el primer borrador de Divergente, pero después de terminarlo planeé lo que iría a continuación. Muchas de esas cosas no ocurrieron, pero el final siempre permaneció igual. Fue algo que intenté evitar, porque, cuando llegó el momento de escribirlo, fue muy duro para mí. Pero, cuanto más lo pensaba, más inevitable me parecía.

La explicación que suelo dar es que creo que el gran catalizador del personaje de Tris en los libros es lo que ocurre al final del primer libro con sus padres y el sacrificio que hacen. Después de eso, ya no está tan segura de las decisiones que toma, qué es bueno y qué es malo, cuáles son sus creencias... Sus sacrificios la cambian, la vuelven más abnegada; más, creo yo, la persona que quiere ser aunque no esté segura.

Cuando llega el final de la serie, su hermano ha cometido muchos errores, pero es muy joven y ella se da cuenta, ve que él aún no está perdido. Para mí, ella entiende que su sacrificio hará que él cambie, de modo que es su amor por él lo que le lleva a tomar esa decisión. Me gustaba esa simetría: que el camino que comenzó en el primer libro lo perciba como un regalo y se lo dé a alguien a quien quiere. Me pareció precioso. Sé que es duro, y fue muy duro para mí escribirlo, pero era impactante y conmovedor.

Divergente ha vendido 35 millones de ejemplares. ¿Cuál es la mejor parte de tener tanto éxito?

Probablemente, viajar. No porque vaya a sitios bonitos a los que no iría de otro modo, aunque eso también está genial, sino porque me permite conocer a mis lectores. Es muy emocionante. Gracias a mis libros, he conocido a mucha gente encantadora; a algunos seguramente no los vuelva a ver, pero a otros sí los puedo seguir viendo, lo cual es genial. Así que sí, esa ha sido una ventaja enorme.

 

¿Notas diferencias en tus fans según de qué país sean?

A veces sí, jejeje. Es difícil saber si es por el contexto de la firma o por el país, no quiero generalizar. Pero es cierto que a veces tengo experiencias bonitas y especiales. No lo digo porque esté en España, pero los lectores de Madrid fueron tan dulces y respetuosos... Se les veía entusiasmados. También tuve esa sensación cuando estuve en Polonia. En Estados Unidos a veces son un poco más exigentes, como es de esperar. Quizá porque no les sorprende que esté allí, obviamente, puesto que vivo allí; lo dan por sentado.

¿En qué países has estado?

España, Italia, Polonia, Holanda, Dinamarca, Alemania, Canadá, Irlanda e Inglaterra. Y vamos a ir a Francia. También es cierto que no fui en el mismo momento a todos los países: en Estados Unidos hice una gira justo después de la publicación de Leal, y también fui a Inglaterra e Irlanda. En Estados Unidos reaccionaron de un modo muy apasionado, mientras que los ingleses fueron más templados, y diría que comprensivos. Quizá sea porque los países europeos han pasado por experiencias duras que a nosotros no nos quedan tan cercanas.

Además los británicos no expresan sus sentimientos como nosotros...

No tanto, no, jajaja. Se nota bastante la diferencia. No es que los lectores no sientan las mismas cosas; es que tienen un modo distinto de expresarlo.

Siempre está abierto el debate de si es fundamental leer el libro antes de ver la película. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Estoy intentando pensar en cómo sería ver las películas y después leer los libros. La primera película es muy parecida al libro, así que probablemente se podría invertir el orden, pero en Insurgente hay bastantes diferencias y en Leal aún más. En este caso, las películas son una cosa y los libros otra, y creo que hay que pensar en ellos de manera separada.

En el caso de otros libros... Suelo leer la novela primero, pero lo cierto es que tengo una opinión que puede resultar bastante impopular: creo que si ves la película primero es posible que la disfrutes más, y después puedes leer el libro y completar todos los detalles, los motivos ocultos... Lo ideal para mí sería ver las películas antes de leer los libros, pero me da la sensación de si lo digo muy alto me van a empezar a tirar tomates, jejeje.

¿Hay alguna escena de las películas que te haya gustado especialmente? Algo que fuera exactamente como lo imaginabas o que simplemente te haya dejado alucinada.

¡Sí! La escena en la que trepan a la noria. Lo hacen en la noria real, no es una copia ni nada. Estuve en el set el día después que lo rodaran, en el Navy Pier y la vi. La habían envejecido, justo como yo imaginé que estaría, un poco rota y eso. El diálogo es prácticamente igual al que yo había escrito, y es un momento genial: es una escena romántica en un contexto muy peligroso. Para mí es una parte muy especial de la película.

Otra escena es la de la tirolina, porque no pensé que pudieran hacerla. Cuando les pregunté cómo lo habían conseguido me dijeron que era una combinación de efectos de sonido, helicópteros con cámaras volando entre edificios... Algo bastante complejo.

 

¿Qué puedes contarnos de tu próximo libro?

No tanto como me gustaría, jejeje. Serán dos libros y aún no hay título. Tengo un título pensado, pero no puedo decirlo todavía, y no hay fecha de salida, aunque será en 2017. Es la historia de un chico, Akos, a quien raptan junto con su hermano, y lo llevan a un país enemigo. Mientras están allí, el dictador de ese país amenaza la vida del hermano, así que Akos tiene que trabajar con la hermana del dictador, Cyra, para salvarlo. Transcurre en el espacio, «en una galaxia muy, muy lejana» y tiene muchas de las cosas sobre las que me encantó escribir en Divergente: amistad, aventuras...

¿Habrá naves espaciales?

Sí, ¡habrá naves espaciales! En muchos sitios están diciendo que tiene una ambientación tipo La guerra de las galaxias, porque ocurre en el espacio; nada que ver con la Tierra.

¿Cuál es tu película favorita de La guerra de las galaxias? ¿Te gustó la última?

Me encanta El imperio contraataca, por supuesto, aunque sea una respuesta muy típica. También me gusta Una nueva esperanza; es como una novela de aprendizaje, y luego tiene ese giro final...

Y sí, me gustó El despertar de la fuerza. Es como una versión actualizada de Una nueva esperanza: la protagonista es chica, el elenco es más diverso. Si la hubiese visto de pequeña, con Rey, esa heroína peleona y lista, la habría adorado. Me pareció muy divertida. ¡Aunque triste!

Tu vida debe de haber cambiado mucho desde que empezaste a escribir Divergente hasta ahora. ¿El proceso de escritura de tu nuevo libro ha sido muy distinto al que seguiste con Divergente?

De hecho, fue bastante parecido, y creo que ese es el motivo por el que sentí que este tenía que ser mi siguiente libro. Hubo varios proyectos en los que intenté trabajar mientras terminaba la serie Divergente, cuando tenía que esperar entre corrección y corrección y cosas así. Intenté varias cosas y, aunque estaban bien, no me sentía como en este caso. No puedo dejar de trabajar en este proyecto y con cada corrección me he sentido bien al volver al manuscrito; no he sentido presión ni frustración. Ha sido muy agradable, y creo que es buena señal haber encontrado otra vez esa alegría de escribir. No ha sido fácil, al saber que tanta gente iba a leer lo que escribiera.

¿Habías escrito algún libro antes de Divergente?

Había terminado un solo manuscrito, que espero que nunca nadie lea, y tenía un montón de fragmentos de otros. Tengo archivadores llenos de pedazos de historias de las que solo escribí cincuenta o cien páginas y a las que quizá vuelva algún día, pero la mayoría fueron simplemente ejercicios entretenidos.

Estudiaste escritura creativa. En España no tenemos una carrera de escritura como tal. ¿Aprendiste mucho en el máster? ¿Qué te ha aportado?

Creo que una de las cosas más importantes que aprendí, que en realidad se puede aprender sin necesidad del máster, es a aceptar las críticas. Una de las cosas que hacíamos era escribir una historia, dársela a los otros quince compañeros antes de clase (cada día nos tocaba a uno) y luego tenías que quedarte allí, durante media hora, escuchando a los demás hablar de qué no funcionaba en tu historia. No podías intervenir y no podías justificarte, lo cual creo que es muy similar a la realidad. Puedes meterte en Internet y gritar a la gente, pero no es lo que deberías hacer, jejeje. Hay que escuchar lo que los demás tienen que decir; no hace falta que estés de acuerdo, pero me parece una habilidad muy importante que aprender, porque mejorarás mucho como escritor si aprendes a recibir críticas sin que te hieran como persona.

Escribir un montón también es importante. ¡Y no es fácil! A veces tengo la sensación de que escribir es más difícil para los escritores que para otras personas, porque es muy intenso. Pero es importante. ¡Hay que escribir mucho!

Entonces, ¿lees las reseñas de tus libros?

Normalmente no; hay demasiadas, y es difícil saber de cuáles fiarte. Pero tengo a mis críticos de confianza, a mi editor... Cuando sale el libro, ya me hago una idea bastante aproximada de cuáles son sus fallos. Al final siempre leo algún comentario, es imposible evitarlo, y suelo pensar que tienen sentido. Tengo la sensación de que, del 80% de lo que leo, o bien pienso «estoy de acuerdo, ojalá hubiese podido solucionar eso que dices», o bien no estoy de acuerdo, pero entiendo a qué se refieren. Con el 20% restante simplemente pienso «¡aaah!», pero bueno, es lo normal.

¿Qué es lo que más valoras en un libro? ¿Qué libros juveniles que hayas leído recientemente nos recomendarías?

He leído Nimona, de Noelle Stevenson, es una novela gráfica muy divertida y los dibujos son alucinantes. Últimamente, con los viajes, no he leído mucha ficción. Leí Stiff, de Mary Roach, que es un libro sobre cadáveres. ¡Yey!

Lo que más me importa en un libro es que los personajes sean interesantes. Se habla mucho de si un personaje gusta o no al lector, pero para mí eso nunca ha sido una prioridad: no necesito que me guste el personaje, sino que me interese. Me encanta la fantasía y la ciencia ficción; también leo novelas realistas, como Fangirl, de Rainbow Rowell, que me pareció espectacular, pero lo que suelo buscar es una idea interesante, un nuevo sistema moral... Pero esas ideas no suelen funcionar a menos que haya buenos personajes detrás.

 

[Nota del equipo de El Templo (31/07/16): El libro del que habla Veronica se titulará Carve de Mark y saldrá a la venta en 2017].