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En casa de...

Heinz Delam

El Templo #17 (agosto 2010)
Por Óscar L. Mencía
5.323 lecturas

Mi flight deck, es decir, el puesto de mando de mi nave imaginaria. Las ideas pueden surgir en cualquier parte, y para eso siempre tengo a mano libretas para apuntarlas. Pero cuando todo está preparado y se inicia el verdadero despegue, me instalo en mi puesto frente a un portátil (desconectado de Internet para evitar tentaciones) y navego por los mundos imaginarios que tengan a bien abrirme sus puertas.


También tengo mapas e instrumentos de navegación para orientarme incluso en escenarios imposibles, como cuando están situados en mundos diferentes o realidades paralelas.

 


 

En mi pequeño estudio, siempre bastante desordenado, guardo la documentación que me puede hacer falta a la hora de documentar mis libros. Aprovecho el espacio libre en los estantes para colocar algunos recuerdos de mis viajes y conferencias.

 

El ordenador que tengo aquí sí esta conectado a Internet, y me sirve para investigar y buscar información (aparte de navegar, ver el correo, bajarme el último ejemplar de El Templo de las Mil Puertas, visitar algunos buenos blogs y demás actividades imprescindibles de cualquier internauta). A veces también lo utilizo para otras cosas como la música, jugar o echar un vuelecito con el "Flight Simulator" (que casi no es un juego).

 

Me gusta estar rodeado de objetos africanos, porque me traen recuerdos y me mantienen cerca de sus leyendas y su magia. De hecho, algunos de ellos son auténticos nkisi, como el relicario Ambete de la foto, cuya cavidad protegida por una trampilla alberga las misteriosas substancias y artefactos que el brujo ha colocado en su interior. Si alguien tiene curiosidad y me pregunta si de verdad estos objetos tienen poderes sobrenaturales, le remitiré a mi novela Likundú y le diré que la verdadera magia no la pone el brujo, sino el que cree en ella.

 

 

En estos asientos, procedentes de un B737, solía sentarme mientras meditaba escenas de Las puertas de Ácronos. La ambientación no lo es todo, pero siempre ayuda.