Como en cada número de febrero de El Templo, llega el momento de hacer repaso del año anterior. Desde que en 2010 empezamos esta costumbre, no ha habido un año con cambios tan trascendentes como 2020. Habíamos vivido la publicación de novelas que pasarán a la historia de la literatura juvenil, como Los Juegos del Hambre o Bajo la misma estrella, pero nunca habían cambiado tanto en tan poco tiempo nuestros hábitos lectores.
El triunfo de lo digital
Durante los meses de confinamiento, no nos quedó más remedio que recurrir a Internet para comprar libros, tanto si eran digitales como en papel. En esas primeras semanas, todo paró: las bibliotecas y las librerías cerraron, las editoriales dejaron de publicar novedades... pero nos dimos cuenta de que había cosas, muchas más de las que imaginábamos, que podíamos seguir haciendo a través de Internet. Y, como la pandemia no ha desaparecido de la noche a la mañana, pese a las ganas que teníamos al principio de creer que así sería, gran parte de esos cambios han venido para quedarse.
Para muchos lectores, el confinamiento supuso descubrir eBiblio, la plataforma online de la biblioteca pública que permite coger prestados libros digitales de manera totalmente gratuita. La biblioteca supo reaccionar ante la declaración del estado de alarma: para acceder a eBiblio, antes era necesario tener carnet y una contraseña. Al inicio del confinamiento, se decidió facilitar el registro de nuevos usuarios a través de Internet. En marzo y abril, la plataforma tuvo 51.000 y 46.000 nuevos usuarios respectivamente. Para que te hagas una idea, en todo 2019 hubo 116.000 usuarios.
Este año, las librerías independientes también se han organizado para poder llegar a los lectores y tener una pequeña oportunidad de hacer frente a la venta online de Amazon. Desde noviembre, si quieres un libro en papel, puedes pedirlo a través de Todos tus libros y elegir en qué librería quieres comprarlo. Y si lo prefieres en digital, también puedes apoyar a las librerías de barrio a través de Todos tus ebooks.
La pandemia no ha sido catastrófica para todos los sectores, y uno de los que más ha prosperado es el de las plataformas de suscripción; si antes no tenías Netflix, Prime o HBO, seguro que en los meses de confinamiento te apuntaste a alguna. Algo parecido, a menor escala, ha ocurrido con las plataformas de suscripción de ebooks. 2020 fue el año en el que muchos descubrieron la existencia de Nubico, Kindle Unlimited o Storytel, y también el año en que Audible, la plataforma de audiolibros de Amazon, llegó a España.
En 2020 no hubo Sant Jordi ni Feria del Libro de Madrid. Pudimos celebrar nuestros premios, los Templis, pocos días antes del confinamiento y asistir al Festival Celsius, con muchas medidas de seguridad, entre ola y ola de la pandemia. Pero muchos otros eventos tuvieron que ser online: presentaciones, entregas de premios, clubes de lectura… Nunca nos habíamos sentido tan agradecidos por tener Internet y, a la vez, nunca habíamos tenido tan claro que el trato en persona es insustituible.
El lado malo y el lado bueno
Si echas un vistazo al catálogo de novedades de nuestra web, verás que en abril solo hay un título. Con las librerías cerradas y en un ambiente de mucha incertidumbre, las editoriales decidieron posponer la publicación de novedades. Balada de pájaros cantores y serpientes, de Suzanne Collins, iba a salir en mayo y se retrasó a junio. La música de los prodigios, de Costa Alcalá, pasó de mayo a septiembre. Iria G. Parente y Selene M. Pascual vieron retrasadas dos de sus novelas: La venganza del unicornio, de abril a junio, y Alma y los siete monstruos, su primer libro infantil, de mayo a septiembre. En el caso de Andrea Tomé, el cambio supuso que sus seguidores se quedasen sin novedad suya en 2020, pues La chica de hielo se ha retrasado de junio de 2020 al segundo semestre de 2021. Aunque los grandes perjudicados quizá sean los libros que se distribuyeron a librerías justo antes de la declaración del estado de alarma, como Lionheart, de Ana Roux.
La parte positiva de esos meses encerrados en casa fue que tuvimos más tiempo de leer y vimos cómo, por una vez, nuestra pila de lecturas pendientes disminuía. Según una encuesta de Conecta Research & Consulting, antes los lectores frecuentes leíamos 47 minutos de media al día, mientras que en el confinamiento pasamos a dedicar 71 minutos. Antes, un 50% de los entrevistados se consideraban lectores habituales, porcentaje que aumentó al 54% en el confinamiento.
Los géneros de 2020
Pero basta ya de hablar de la pandemia. El confinamiento pasó, las novedades volvieron y la nueva normalidad se convirtió, efectivamente, en una normalidad, donde hemos visto cómo ciertos géneros literarios seguían en un segundo plano mientras otros han logrado captar el interés de los lectores.
El romance está en auge, gracias en gran medida a autores que ganaron popularidad en Wattpad, como Andrea Smith, que este año ha publicado Destino: Londres o Mercedes Ron con Dímelo bajito. Tan clara es esta tendencia que Montena ha dedicado una colección entera a los libros de Wattpad; la inauguró en septiembre y en ella encontrarás títulos como Perfectos mentirosos, de Alex Mírez.
La muerte, o más bien el duelo, sigue siendo un tema muy presente en la literatura juvenil. Quizá no sea el tema que siempre apetece, pero nos ha dejado muy buenos libros como Retomar el vuelo, de Ana Sarrías; 17 años, de Ava Dellaira, que también habla de racismo; o El asombroso color del después, de Emily X. R. Pan, donde podemos ver la herencia cultural taiwanesa de la protagonista.
Un tema que no puede faltar es la diversidad. Ya hace años que hablamos de lo importante que es que la literatura juvenil refleje la diversidad existente en el mundo real, y seguimos insistiendo en ello porque aún queda camino por recorrer y porque sigue siendo uno de los temas que más importa a los lectores. Además de en los mencionados 17 años y El asombroso color del después, encontramos diversidad racial en novelas de todo tipo de géneros, como en distopías (Cenicienta ha muerto, Kalynn Bayron) o fantasía (Hijos de virtud y venganza, Tomi Adeyemi), y diversidad funcional en libros como Tocar el cielo, de Haizea M. Zubieta.
Por supuesto, no puede faltar la representación LGBT+, presente en todos los ámbitos. La puedes encontrar en una convención friki en Reinas Geek, de Jen Wilde, en el pueblo lleno de siniestros secretos de Muertes perfectamente evitables, de Deirdre Sullivan, o en una comisaría de policía en La versión de Eric, de Nando López. También en los libros de Kakao Books, editorial que nació en 2019 con vocación de aportar una perspectiva de género y de diversidad sexual, y que este año ha podido continuar con su labor, pese a la difícil situación.
Otro género en alza son los thrillers y las novelas de suspense en general. Este año hemos podido leer Alguien es el siguiente, de Karen M. McManus, segunda parte de Alguien está mintiendo, que en España ha vendido más de 10.000 ejemplares. En la misma línea están libros como Asesinato para principiantes, de Holly Jackson, o La gemela, de Natasha Preston. También encontramos este género en la literatura nacional, con novelas como El largo regreso, de Jordi Sierra i Fabra, ¿Estás ahí?, de Jorge Gómez Soto, y otras que añaden un elemento paranormal o de fantasía, como es el caso de El circulo escarlata, de César Mallorquí o Departamento de asuntos mágicos, de Daniel Hernández Chambers.
El regreso de las sagas míticas
Desde que Disney empezó a adaptar su clásicos de animación a películas de imagen real, la moda de los revivals flotaba en el ambiente, y en 2020 nos ha alcanzado como un tsunami. Cuando ya pensábamos que no volveríamos a oír hablar de Suzanne Collins, la autora decidió volver y nada menos que con una novela ambientada en el mundo de Los Juegos del Hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes. Aún más inesperado fue que Stephenie Meyer decidiese publicar al fin Sol de medianoche, la novela que cuenta la historia de Crepúsculo desde el punto de vista de Edward y que no se había publicado en su momento por el enfado de la autora ante la filtración de los primeros capítulos. Otro regreso en toda regla es El circulo escarlata, la continuación de Las lágrimas de Shiva, novela con la que César Mallorquí ganó el premio Edebé en 2002 y que se ha convertido en todo un longseller.
En el terreno de las adaptaciones a la pantalla, también nos hemos llevado unas cuantas sorpresas. La mayor fue la serie de Memorias de Idhún, que, a estas alturas, nadie pensaba que fuese a llegar. La materia oscura ha tenido una segunda oportunidad: tras la decepcionante adaptación al cine de 2007, ha vuelto en forma de serie en una versión más coherente que se estrenó a finales de 2019 y cuya segunda temporada hemos podido disfrutar en este 2020. Algo parecido pasará con Percy Jackson, que veremos en formato serie en Disney+. ¿Tendrá unos personajes más fieles al libro que los de la película de 2010?
El año terminó con el anuncio de los próximos proyectos de Disney, que va a rescatar todas las series, películas y personajes imaginables. Si Disney lo ve tan claro, no hay duda de que el mercado va a seguir por este camino en los próximos años.
XII Premio El Templo de las Mil Puertas
Hemos hablado de algunas de las novelas más representativas de 2020, pero ¿cuáles han sido nuestras favoritas? Como cada año, hemos elegido las mejores novelas agrupadas en cuatro categorías según si son españolas o extranjeras, autoconclusivas o parte de una saga. Consulta nuestro apartado Templis para ver los libros finalistas y ganadores del XII Premio El Templo de las Mil Puertas.
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