¡Cuidado! Esta reseña contiene (¡muchos!) spoilers de La reina de nada.

Antes de empezar, rebobinemos: en La reina de nada, Cardan exilió a Jude después de casarse con ella (eso no es lo que se suele hacer el día de tu boda, Cardan). Meses más tarde, Taryn le pidió a Jude que se hiciese pasar por ella en un juicio en el que se le acusaba de matar a Locke (era verdad) y Jude volvió a Elfhame, donde Madoc se había aliado con la Corte de los Dientes para tomar el poder. Jude y Cardan se reencontraron, pero Cardan se transformó en una serpiente gigante. Lady Nore y lord Jarel, de la Corte de los Dientes, ofrecieron a Jude una brida mágica (que hasta entonces usaban con su hija Suren) para domar a la serpiente, pero, finalmente, Jude rompió la maldición que afligía a Cardan al cortarle la cabeza (¡sobrevivió!).

Entre las sanciones que Jude impuso tras vencer a Madoc, dictó que, si lady Nore se atrevía a conspirar contra Elfhame, la pequeña reina de la Corte de los Dientes podría imponerle el castigo que quisiese. Sin embargo, Suren huyó y se refugió en el bosque, y allí ha vivido desde entonces, como un animal salvaje, alimentándose de lo que encuentra entre la basura y espiando con nostalgia a la familia humana que la acogió antes de que sus verdaderos padres se la llevaran a Faerie.

Pero el joven príncipe Oak, que se ha convertido en todo un galán, tiene otros planes para ella: quiere que Wren (así la llamaba su familia humana) le acompañe en un viaje hacia el norte, donde lady Nore esconde algo que Oak necesita desesperadamente. Wren decide fiarse del chico que fue amable con ella hace años y accede; sin embargo, pronto descubrirá que Oak es manipulador y guarda secretos, y ella está decidida a impedir que nadie más le haga daño.

El legado robado es el inicio de una nueva bilogía ambientada en el mundo de Faerie, situada ocho años después de los eventos de la Batalla de la Serpiente (que son fundamentales para entender esta historia). Esta vez, Holly Black nos lleva en una accidentada misión por algunas de las cortes montaraces. Conocemos a personajes secundarios nuevos e interesantes, y profundizamos en aquellos que aparecían brevemente en Los habitantes del aire: Wren, una adolescente maltratada durante la mayor parte de su vida y afligida por la soledad, y Oak, un príncipe travieso y alegre que esconde todo un alter ego bajo la piel. Esta pareja de protagonistas, peculiares y con un trasfondo difícil, tienen en común más de lo que creen: temen convertirse en la peor versión de quienes les criaron.

Como es habitual en las novelas de Black, la acción va en aumento hasta desembocar en un final de infarto, que abre la puerta hacia una segunda parte llena de promesas. Oak será el narrador de esta continuación, como nos desveló la autora en la entrevista que publicamos en este mismo número. The Prisoner´s Throne se publicará en inglés en marzo de 2024, y nosotros estamos deseando tenerlo ya en nuestras manos.