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Entrevista a...

Marie-Aude Murail

El Templo #36 (octubre 2013)
Por Carlota Echevarría
6.538 lecturas
¿Sabías qué...?

♦ Empezó a publicar en 1985 con una novela para adultos: Passage.

♦ Desde entonces ha publicado más de ochenta novelas para todos los públicos.

♦ Estudió literatura en la Sorbona y dedicó su tesis a las adaptaciones infantiles de los clásicos.

♦ Tiene tres hijos: Benjamin, Charles y Constance.

No somos los únicos que llevamos este estúpido apellido es su novela más vendida, la traducida a más idiomas y la más premiada. También tuvo adaptación a la televisión y al teatro.

♦ En España, No somos los únicos que llevamos este estúpido apellido se tradujo por primera vez en 2003, pero se titulaba ¡Oh, oh! (Más parecido al título original, Oh, boy!).

♦ Ha recibido el Chevalier de la Légion d’honneur en reconocimiento por toda su carrera.

♦ Si te interesan sus novelas juveniles, en español puedes encontrar Simple (Anaya, 2010), El asesino de la corbata (Siruela, 2012) y No somos los únicos que llevamos este estúpido apellido (Noguer, 2012).

♦ Su siguiente novela en español será Dinky rojo sangre, que saldrá a la venta en abril de 2014 de la mano de la editorial Algar.

      

 

¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la escritura?

Me cuento historias a mí misma desde que tenía cinco años, escribí mis primeras poesías con ocho y las primeras novelas para mi hermana pequeña con doce, pero no publiqué mi primera novela para adultos hasta los treinta años. Mi última novela se titula 3000 façons de dire je t’aime (3000 formas de decir te quiero) y pienso que hay otras tantas para iniciarse en el mundo de la escritura.

La mayor parte de tus novelas están dedicadas al público infantil y juvenil. ¿A qué se debe esta preferencia?

Escribir para un público juvenil me permite desarrollar el optimismo, es decir, la vitalidad. Esto también requiere un esfuerzo continuo de adaptación, ya que los jóvenes están a la cabeza del mundo, y debo mantenerme a su lado, así que investigo y me reciclo constantemente, aprendo todo el tiempo, lo cual es bueno.

Tus personajes adolescentes suelen enfrentarse a situaciones familiares difíciles. ¿Escoges este tipo de familias para ayudar a los lectores que vivan situaciones similares? ¿O simplemente te parece que son lo habitual hoy día?

Mis héroes adolescentes pasan por situaciones casi iniciáticas, es la marca distintiva de la novela juvenil. Son novelas de aprendizaje que nos hacen grandes y seguros de nosotros mismos ante la vida que nos espera. A decir verdad, no creo que nuestro mundo sea particularmente acogedor para los jóvenes ni respetuoso para el espíritu infantil. Razón de más para otorgar a los jóvenes mi arte y mi tiempo.

Respecto a la familia actual, incluso si se tambalea y sufre (principalmente por culpa de problemas económicos), creo que es el lugar más democrático de la sociedad, donde todo el mundo tiene el derecho a hablar, sea cual sea su edad o género.

A pesar de eso, tus novelas son más cómicas que trágicas. ¿Por qué te parece tan importante el sentido del humor?

Tengo tendencia a buscar la parte cómica de lo que me sucede, sobre todo cuando no la tiene. Debemos llamarlo sentido del humor. Esto no tiene nada de espontáneo si eres alguien hipersensible y emotivo. Es algo que he aprendido en mi casa y que intento transmitir a mi alrededor, a los jóvenes especialmente. Solemos dramatizar por nada. Mi madre decía: «Hay pocas cosas graves». Nada es grave, pero el hecho de estar vivo y ser mortal es algo trágico. El humor suaviza los límites, roe los ángulos y protege nuestra existencia.

 

Has escrito más de ochenta libros para niños y jóvenes. ¿Dónde encuentras inspiración para tantas historias?

Para empezar, en la vida misma. Un tema en la radio, una conversación con uno de mis hijos o una escena en la calle pueden ponerme en camino. A continuación comienzo mi investigación sobre el tema. Para una de mis novelas, Papa et maman sont dans un bateau, me pasé dos días en un colegio infantil para describir el quehacer de una profesora; asistí a todas las clases del curso para contar la vida de colegiala de mi heroína; visité una empresa de transportes para dar credibilidad a mi director de agencia, etc. La otra fuente de inspiración es lo que he acumulado a lo largo de los años y que llamaré, aunque conozca sus límites, mi cultura. Intento hacer comprender a mis jóvenes lectores, cuando les veo, que la cultura no es el cementerio de los autores muertos sino el alimento de los vivos. ¡Cuanto más cultos somos, más creativos! En fin, soy mi propio material. Pienso bastante en ese director de Hollywood que da consejos a sus aprendices: «Preguntaos en qué os atañe la historia que vais a contar». Hasta que no lo sé, no comienzo a escribir.

No somos los únicos que llevamos este estúpido apellido gira en torno a la importancia de la figura paterna. ¿Qué surgió primero: la idea de tres hermanos huérfanos o la de unos posibles tutores tan diferentes y con tantas dificultades para hacerse cargo de ellos?

Mi novela habla de una de las preocupaciones comunes de una novela juvenil, la búsqueda de una familia perfecta, ¡lo que explica el número de huérfanos que aparecen en ella!

Nos gusta mucho el personaje del vecino cascarrabias (pero bueno en el fondo) que aparece en libros como Simple o La pandilla de Tristán. ¿Está inspirado en alguno vecino que hayas tenido?

¡Maldición, me habéis descubierto! Cuando era niña, teníamos un vecino en la planta de abajo que nos impedía correr, pegando golpes en el techo. Lo llamábamos Lefuneste (Elfunesto), en una sola palabra.

El asesino de la corbata es una novela policíaca. ¿Habías escrito este género antes? Para crear un misterio tan difícil de desentrañar, ¿tuviste que seguir un proceso de escritura diferente al habitual?

Ya he escrito toda una serie policíaca con el mismo personaje, Nils Hazard, un etruscólogo profesor de facultad, ligón, que se muestra cínico y machista, pero buena persona en el fondo… que descubriréis en L’assassin est au collège. En general, utilizo el suspense como el humor, para ayudar al lector a entrar en la historia. El asesino de la corbata está más cerca del thriller que de la novela policíaca; la diferencia es que se intenta poner al lector en la piel de la víctima. Desde pequeña he sido una gran aficionada a este tipo de lectura, tanto novela policíaca como thriller.

¿Qué relación tienes con tus lectores?

Voy a dar charlas en colegios, bibliotecas y salones del libro desde hace veinticinco años, tanto en Francia como en el extranjero, en pueblos como en ciudades. Y también pueden escribirme; como veis, respondo.

¿Crees que los libros tienen una acogida diferente según el país en el que se publiquen? ¿Ha sido el caso de alguno de los tuyos?

Mis libros obtienen éxito diferente según el país. Por poneros dos ejemplos, Simple es la novela que prefieren los alemanes y No somos los únicos que llevamos este estúpido apellido, la que prefieren los italianos.